Siempre decimos que para preservar el medioambiente, la toma de conciencia arranca por casa. Sin embargo, aunque profesemos una vida eco, para que los cambios se noten hacen falta varios pasos posteriores.

Entre ellos, está contar con los sistemas de recolección y tratamiento de residuos adecuados. Y del otro lado, figuran ellos: los recuperadores urbanos.

Gabriel Puntano (32) no recuerda algún momento de su infancia en que no haya estado arriba de un carro. “Arranqué a los 10 años y me crié así; desde entonces vivo del reciclaje. Con un amigo, Ángel, arrancábamos a las cinco de la mañana y había ocasiones en que volvíamos a las siete de la tarde a la casa”, cuenta. Dos veces a la semana, los recorridos eran tan largos que ambos llegaban hasta La Ramada, Cruz Alta o San Pablo. El resto de los días, turnaban tres caballos para transitar por los barrios cercanos.

“A estas alturas, conozco San Miguel de memoria. Para muchos compañeros, se trata de un trabajo que vieron hacer a sus papás o que los sacó adelante en tiempos de necesidad”, agrega.

A su lado, Sandra Torres (37) asiente. En su caso, ante la falta de opciones, decidió fabricar su propio carrito y salir sola a las calles. Luego se le sumaron algunas mujeres y el grupo creció.

“Tengo tres hijas, una ya terminó la escuela y quiero que el resto siga con sus estudios. No importa la situación, estoy pendiente de eso”, comenta.

Sandra insiste en que el oficio tiene días buenos y malos. “Los últimos nos llevan a andar el doble de tiempo buscando qué puede servir. A la mayoría nos pasó de tener que caminar siete u ocho horas para llevar a casa un pedazo de pan. Llueva, haga frío o sol, tenemos que salir a recorrer la ciudad”, indica.

Sus historias cambiaron hace más de un año, cuando la Municipalidad de San Miguel de Tucumán cedió una parte del ex Matadero (calle José Hernández 1.547) para que allí funcione un nodo de separación de residuos.

Actualmente, son más de 150 los recuperadores que pasan por sus puertas para depositar los residuos y llevar adelante su oficio de manera segura. La mayoría de ellos enmarcados en la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (Faccyr).

Cómo funciona

Aunque el predio todavía conserva sus techos derruidos, la imagen que hoy devuelve el espacio resulta muy diferente al pasado. En su interior, cientos de bolsones se apilan en filas listos para ser abiertos y comenzar con el proceso de separación.

Según donde miremos, hay pequeñas islas con cartones aplanados, botellas de plástico, papeles multicolor o hasta sillas y restos tecnológicos.

Para hacerle frente a esa avalancha de cosas, los recuperadores se dividen en dos turnos y por sectores. Algunos se ocupan del acopio y separación de materiales; mientras otros retiran más residuos de los diferentes ecopuntos que hay en la ciudad.

Después de organizar y pesar todo, esas megabolsas se venden de forma colectiva a través de intermediarios. Por un kilo de botellas blancas ellos reciben $ 30, $ 20 por la misma cantidad de cartón y $ 12 al tratarse de papeles blancos (las hojas de colores suben a $ 15).

“Lo ganado se reparte entre nosotros en partes iguales. Por ejemplo, por día hacemos unos $ 3.500 y lo distribuimos entre seis o siete personas”, detallan.

Inserción

El cuidado del planeta (mediante las tres R) no es la única causa a la cual se adhieren los recuperadores. Su lucha principal pasa por la inclusión social y el impulso laboral.

“Durante muchos años fuimos silenciados y ahora recién estamos haciendo ruido. La gente tiene una mejor visión de lo que pasa en las distintas etapas de reciclaje y cómo colaboramos a mantener la provincia limpia”, señala Gabriel.

El lado malo es que el estigma y la precarización aún continúan vigentes. “Hace una semana hubo una marcha para protestar por unos compañeros a los cuales la policía les quitó sus carros. Para ellos, somos ladrones cuando en realidad esto es un trabajo. También hay compas que son víctimas de robos y la inseguridad”, acota.

La contaminación en Cifras:

- Según las estadísticas del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de La Nación, cada ciudadano produce -en promedio- 1,15 kilos de desechos por día.

- En Argentina creamos una tonelada de basura cada dos segundos.

- Por año, nuestro país debe lidiar con alrededor de 16,5 millones de toneladas de desechos.

- A lo largo del territorio existen más de 5.000 basurales a cielo abierto.

Puntos de reciclaje

Para facilitar la labor de los recuperadores urbanos, dentro de la capital podemos llevar nuestros residuos a:
- Plaza Yrigoyen: lunes (de 9 a 12) y viernes (de 8.30 a 12).

- Plaza Alberdi: viernes (de 9 a 12).

- Plaza San Martín: miércoles (de 9 a 12).

- Plaza Urquiza: miércoles (de 13 a 15) y viernes (de 17 a 20).

Jornada de Eco canje

Durante la mañana de hoy -de 9.30 a 11.30- los vecinos que acudan al edificio de la Intendencia (9 de Julio y Lavalle) con cinco o más botellas plásticas recibirán a cambio plantines de tomate, remolacha, rabanito y albahaca. Este material será luego entregado a los recuperadores urbanos de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores. Además, desde la semana que viene se llevarán a cabo diversas actividades ecológicas en los Centro Integradores Comunitarios (CIC) de San Miguel de Tucumán.